Destacado

¿Que es el TLP?

Para saber de qué hablamos hagamos primero una definición de TLP, yo lo definiría como:

Trastorno de la personalidad que afecta a diferentes áreas: emocional, afectiva y la social haciéndoles carecer de empatía. Genera pensamientos a partir de emociones negativas y influye en la relación social y consigo mismo

Es un torbellino de emociones, puedes despertarte bien, y en momento del día verlo todo negro. Querer comerte el mundo y al segundo estar llorando, como si la vida te fuese en ello porque te han dicho algo que quizás te ha afectado más de lo tenía que afectarte,pero para ti aquella emoción de rabia de impotencia te inunda y te apodera y puede contigo.

Y luego tienes la fase de amor-odio, con tu familia con tu pareja, que piensas que no te entienden que te odian, que te sacan de quicio y que te ponen a prueba.

Te cuesta sociabilizarte, no entiendes porque has de aguantar a la gente, si realmente no te aporta nada, o ese día no te apetece quedar , no crees en la bondad de las personas ni en la necesidad de relación con ellas . Pero a la vez no quieres encontrarte sola, y entonces es cuando tu cabeza empieza a hacerte la jugarreta.

Des de mi punto de vista en un trastorno complice cura con sesiones psicológicas.

Pero…se puede convivir con el TLP y volver a tener una vida «normalizada» .

La clave en la recuperación, almenos en mi caso fue el apoyo familiar. A raíz de mi ingreso en la unidad de agudos de Benito Meni y tras u os cuántos intentos de suicidio, de una familia separada, la familia se unió para darme fuerzas y hacerme entender que no estaba sola. Cuando salí de agudos decidí romper con todas las relaciones tóxicas empezando por mi pareja con la que llevaba 4 años y solo juntarme con personas que me aportasen cosas buenas momentos de risas. Seguí todas las pautas médicas, las farmacológicas y las terapéuticas . Fue muy importante el grupo informal de mujeres que creamos, todas con problemas mentales, sin duda la mejor terapia . Y dos años después, aunque sigo en terapia vuelvo a tener una vida «normal» ( quien tiene una vida normal? )

Es importante pensar en positivo, aunque no te encuentres bien, a mi eso me ayuda cada día que tengo una crisis.

A día de hoy tengo a mi familia que me apoya, mi pareja que comprende mi situación, vuelvo a trabajar, vuelvo a estudiar y con ganas de gritarle al mundo: «yo voy a salir de esta»

Te sientes como una bomba la cual no se sabe cuándo va a estallar pero no olvides que tú controlas a tu mente, y tú tienes ese poder 🙂

imágenes son propiedad de: https://www.facebook.com/media/set/?set=a.2009509752468116&type=3&app=fbl

3 semanas en la unidad de agudos

El primer día me explicaron los horarios, desayunábamos a las 9, comíamos a las 13h y cenábamos a las 20h, horas de visitas de 15.30 a 17.30 y los fines de semana también de 11.30 a 12.30 .

Los primeros días estaba desorientada,perdida y drogada

Des de que estaba allí vi unas 10 maneras de suicidarme, y mis pensamientos suicidas no cesaban, me perseguían. Una mañana acabé en el suelo de los baños en plena crisis y no me encontraron hasta que un compañero fue al lavabo y me vió.

Ahí me di cuenta, que ni ahí dentro no estaba a salvo de mi misma

Me hice varias autolesiones que nunca nadie me vio, de hecho alguna se me infectó y me provocó fiebre .

La inseguridad de pensar que allí dentro no estaba segura y que no me podía proteger de mi misma me dio mucho miedo.

Yo pasé las 3 semanas en la planta de observación, pero más que observada, me sentí insegura.

A los 2 días entró una chica nueva a mi habitación le llamaremos Ana, q era de tres camas y el tercer día la habitación se completó. Ana un día se metió en mi cama.

Asustada, pero con voz sería le dije que se fuese, me costó que me hiciese caso. Me sentí indefensa, tenía a una loca metida en mi cama y nadie se había dado cuenta.

Hubo un momento que pensé que no servía para nada y realmente llegué a pensar que me faltaba un tornillo o dos.

Hasta que me di cuenta que la única que me podía sacar de allí era yo misma .

A las dos semanas algo en mi hizo un «click» y decidí que si allí dentro no me ayudaba ,la que me tenía que ayudar era yo misma así que

rompí con todas aquellas cosas del pasado que eran tóxicas: mi relación de pareja , hábitos , costumbres y la manera de tomarme la vida

A la semana de hacer ese Clik me dieron el alta.

El poder de nuestra mente lo tenemos nosotros y tenemos que saber cómo activar cada uno de su potencial

En la próxima entrada la segunda parte de 3 semanas en la unidad de agudos, el trato de los profesionales y la importancia de la familia.

No te lo pierdas!!!!

¿Un psiquiatrico?

Me acuerdo perfectamente cual fue mi pensamiento cuando, en urgencias la psiquiatra me dijo que tenía que ingresar en la unidad de agudos .

Me imaginé que me meterían en una habitación con paredes acolchadas, sin ventanas, que me pondrían una camisa de fuerza , que no me dejarían salir de la habitación , o que me darían un plato de comida por una rejilla y que no tendría ningún tipo de relación con nadie.

Cuando fui a que me hiciesen una primera valoración para ingresarme, recuerdo  que me dijeron que me sacase los zapatos, porque tenía cordones, el cinturón, joyas. Me metieron en una sala blanca con una cama anclada en el suelo , sin ventanas y con una cámara. Entró la psiquiatra a valorarme y a hacerme preguntas,para valorar si hacer o no el ingreso. Después de la exploración , me pasaron a un despacho, ese despacho me resultaba un poco extraño:

Las sillas y mesas estaban ancladas con clavos, y el paciente no es el que estaba cerca de la puerta sino que el que estaba cerca de la puerta era el psiquiatra.

Después de esa primera impresión y de no estar muy bien, me enviaron para casa, tras la tercera o cuarta vez que fui a urgencias me ingresaron en la unidad de agudos.  Yo ingresé de noche. Tenía miedo, mucho miedo.

Me despedí de mi familia sin saber cuándo sería la siguiente vez que los vería

Me llevaron a una habitación de 3 camas, no había nadie, me tranquilizó ver que estaba sola, ya que así podia asegurarme que nadie me iba a hacer nada malo,, también pude elegir la cama, elegí la del fondo, la más separada de la puerta y al lado de la pared, porque así estaba protegida  aunque le temo a las paredes por si bajaban arañas o cualquier bicho, pero preferia tener una pared que me protegiese que una puerta cerca en la cual cualquiera pudiese entrar y encontrarse conmigo.

Sin duda, dentro de mi inestabilidad poder tener las cosas bajo control me dió un cierto alibio.  Saber que la puerta me la dejaban cerrada pero sin seguro, también me daba seguridad puesto que de lo contrario me empezaria a faltar el aire.

En la habitación, las ventanas no se abrían, la puerta no la cerraban con llave , y tenía una cámara en la esquina superior izquierda del cuarto .

Cerré los ojos y noté que aunque estaba asustada me notaba tranquila puesto que tenia la esperanza que allí me pudiesen ayudar con todo lo que le estaba pasando a mi cabeza y yo no entendia, y con ese pensamiento, y la tranquilidad de estar en un cuarto sola cerré los ojos y empecé a contar hasta que la medicación me hizo efecto y me quedé dormida.

La verdad que era mejor que la sala de observación de urgencias, y no se parecía a nada a lo que salía en las películas

Un psiquiátrico es más parecido a un centro residencial vigilado  por personal sanitario que a una película de terror.

En el siguiente post que publicaré la semana que viene hablaré sobre todo lo que viví dentro de la unidad de agudos.